TRINCHERA FINAL..OTRA VEZ CUBA!
JENARO DEL ANGEL AMADOR.
1.- Dictum de Acton: Así se conoce a la célebre frase que se imputa acuñada por el historiador católico de origen británico Jhon Emerich Dalkberg Acton, a quien identificaron para el tiempo en que siguió, como Lord Acton, a partir del año 1887.
La frase construida por Jhon Emerich fue contundente, incluso en su traducción: Power tends to corrupt, and absolute power corrupts absolutely. Y su traducción ha seguido la vertiente de sus traductores: El Poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente; otra traducción moderada: El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamnte.
No más, pero tampoco menos. Wp.
2.- En el inicio de los años 60s. la Revolución cubana era tierra fértil para la oratoria liberal; jóvenes y adultos hacíamos de la epopeya de los hombres del Granma, un parte aguas entre lo pasado y el futuro.
Ernesto “Che” Guevara y Fidel Castro, en imágenes y discursos, recorrían América y el Mundo. Eran los tiempos en que la dictadura de un Batista llegaba a su fín, de la misma manera del año en que la Revolución Cubana emergió como estandarte de la justicia a los hombres libres, y la condena a los detentadores del poder unipersonal y absoluto.
Y así se vivieron los primeros años de la euforia revolucionaria en que todos quedamos inmersos.
3.- Hoy, vuelta de los tiempos; los libertadores de ayer sucumbieron a lo que Jhon Emerich sentenció con la complicidad de los años: El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente.
Séis décadas ha sido demasiado tiempo para que un pueblo que conoció la dictadura y la derrumbó, aceptara una nueva etapa de sumisión a los designios del poder absoluto.
Se fue Fidel Castro; pasó por el poder su hermano Raúl Castro, y hubo necesidad de simular elecciones libres, que al parecer, no fueron elecciones y menos libres.
Hoy la isla antillana está convulsa; las calles y pueblos llenos de gente que protesta y exige “libertad”.
América contempla el fenómeno de hoy, y el resto del mundo también.
No es tiempo aún de formular juicios de valor, pero la realidad, la terca realidad está presente.
Esperemos, aún hay mañana…